Tenía ganas de hacer magdalenas desde hace unas semanas. Me encantan por qué las hago súper esponjosas y poco grasientas en comparación con las compradas, las de fabricación industrial.
¡Además son geniales para desayunar!
Hoy las he hecho de limón, pero la verdad es que la mayoría de las veces las hago amarmoladas (con chocolate) o de vainilla.
Os iré contando las diferentes opciones.
INGREDIENTES (10-12 uds.)
100 gr. Azúcar
100 gr. Harina
90 gr. Mantequilla
2 Huevos
1 cucharadita de Levadura
Ralladura de limón
Esencia de limón
¡EMPEZAMOS!
Es una receta muy fácil, la mayor dificultad es rellenar los moldes hasta la altura correcta, luego os lo explico.
He utilizado el robot pero es una receta muy sencilla que se puede realizar a mano.
Para que queden bien esponjosas batimos primero las claras, y cuando estén espumadas, añadimos las yemas.
Seguimos batiendo y añadimos la mantequilla fundida. Con meterla unos 20-30 segundos en el microondas es suficiente.
Añadimos el azúcar y mezclamos.
Después incorporamos la harina tamizada y la levadura. A mi me gustan las magdalenas muy esponjosas, por que le pongo la cucharadita bien hermosa.
Como las de hoy son con sabor a limón, he echado unas gotas de esencia de limón y la ralladura de uno entero.
Vertemos sobre los moldes.
Por experiencia siempre utilizo moldes de silicona, luego se desmoldan a la primera, sin problemas. Aun así, he puesto papel a dos de los moldes para que veáis como quedan las magdalenas con papel, ¡¡Que siempre queda muy mono!!
Para ser sinceros, como se ve en la foto, he rellenado mucho los moldes. En realidad hay que llenarlos sólo un pelín más de la mitad. Si se rellena mucho la masa subirá y se desbordará. Me la he jugado para aprovechar la hornada, pero os recomiendo llenar los moldes lo justo y necesario.
Con el horno precalentado a 190º horneamos 12-15 minutos, hasta que tengan el dorado que más os guste. Por mi parte prefiero que queden hechas por dentro pero sin dorar mucho por fuera, así que los dejo 12 minutos exactos.
Opciones:
Si dividís la mezcla en dos, y a una de ellas le echáis un poco de chocolate en polvo, podéis hacerlas de dos sabores. Mi recomendación es: verter primero la masa original y después la chocolateada, ya que pesa más y suele irse al fondo. El bizcocho de chocolate en el fondo tiende a pegarse a la base.
También rellenarlas: una vez hechas y frías, podéis hacer un agujero en el centro (con un sacabocados, una puntilla o un descorazonador de manzanas), rellenar con crema de cacao o mermelada y volver a tapar con parte del ‘agujero’ que habéis sacado.
Sabores: Podéis hacerlas del sabor que queráis añadiendo diferentes esencias, sustituyendo dos cucharadas de azúcar normal por azúcar avainillado, rallando naranja,… hay un montón de opciones.
San Valentín: Añadir colorante rojo a la mezcla. Hacerlas en un molde con agujero, rellenarlo y decorar con nata montada ayudándonos de una manga pastelera. Para montar la nata: 100ml de nata para montar con 40 gr. de azúcar y batir hasta que no se caiga si damos la vuelta al bol.