¡Hola! Sabéis que hace unos meses fui madre y la pequeña me ha tenido un poco ocupada. Es muy buena y una preciosidad, no podemos quejarnos, pero si que es verdad que no he podido dedicar mucho tiempo a la cocina. Espero que a partir de ahora pueda volver a coger el ritmo.
Para empezar he hecho unos bollitos de mermelada sin horno, a la sartén. Esta receta es una de esas muchas que ‘navegan’ por Facebook, pero estaba hecha con leche y Nutella y mi vecina tiene alergia a la leche, así que decidí hacerla con bebida de avena y mermelada para poder compartirlos con ella ¡Y ha sido un éxito!
Eso si, dos cosas importantes: Están más buenos recién hechos y hay que hacerlos a fuego muy lento.
INGREDIENTES
· 300 gr. Harina (y un poquito más para la mesa de trabajo)
· 100 gr. Azúcar
· 100 ml. Leche (o bebida de Almendra, Soja o Avena)
· 1 Huevo
· 1/2 Sobre Levadura en Polvo
· Crema de Cacao o Mermelada (Yo usé 2 monodosis de mermelada Hero)
· Un poco de mantequilla para engrasar la sartén
EMPEZAMOS
Esta receta es muy fácil, como todas las que me gustan a mi, la ventaja que tiene es que se hace sin horno, en la sartén.
Para empezar mezclamos los ingrediente secos: Harina, Azúcar y el medio sobre de levadura. Mezclamos.
En otro bol mezclamos los ingredientes líquidos: Leche (o bebida de Soja, Avena o Almendra) y el huevo. Batimos.
Después juntamos las dos preparaciones y amasamos, primero con un tenedor o cuchara y después a mano.
Mi consejo es dejar reposar un poco la masa para que la levadura haga efecto, pero depende del tiempo con el que contéis.
Después ponemos un poco de harina en la encimera o en una tabla y estiramos la masa con un rodillo hasta que tengamos una masa fina y homogénea.
El rodillo que uso tiene 9 alturas y he usado la número 3, por si os sirve de guía. Aproximadamente serán 3-4 mm. de altura para la masa.
Una vez estirada la masa tenemos que cortarlas con un cortapastas. también podemos usar un tupper redondo, un vaso, una botella,… .
La forma ideal es redonda por que así el relleno queda más repartido, pero puede ser de cualquier otra forma.
Una vez cortados los redondeles ponemos mermelada a la mitad y tapamos con la otra mitad. Apretamos un poquito para que las masas se junten un poquito. Vamos calentando una sartén antiadherente con un poco de mantequilla en el fondo, a fuego bajo (al 5 de 9 posiciones, por ejemplo). Si os habéis quedado sin mantequilla también vale un poquitín de aceite de girasol.
Cuando esté caliente (mantequilla fundida pero no dorada), ponemos los bollitos.
Cuando estén hechos por un lado les damos la vuelta. Sabremos que están hechos por un lado cuando la masa deje de tener el color de masa cruda y este más blanquita y compacta.
Finalmente retiramos y, ¡A devorar!
Opciones:
Como os podéis imaginar las variaciones del relleno son innumerables y también podemos bañarlas por fuera con chocolate o lo que más nos apetezca.
Tener en cuenta que no es un bollo muy dulce, es más bien como un bollito de pan algo endulzado, es por eso que los rellenos dulces son los que mejor le van.
También podemos hacer la masa mucho más fina y dorarla en la sartén sin relleno, de esta forma serán como unas tortitas a las que podremos añadir lo que queramos por encima.