Hace unos días teníamos queso rallado en la nevera. No solemos comprar ni en ese super, ni de esa marca, por lo que fue un acto de fe. ¿Que pasó? Que el queso estaba malísimo. La salida correcta fue hacer magdalenas de queso, para gastarlo y convertirlo en unas deliciosas magdalenas.
La receta es del libro de Pyrex ‘¡Cocinar y divertirse!’. Creo que me lo regalaron al comprar algún molde o bandeja de horno. Tiene un montón de recetas para galletas, bizcochitos, magdalenas y pasteles para hacer en mini-moldes de silicona.
Como siempre, he hecho lo que he querido con la receta. En principio tenía que ser con queso Gouda y yo he usado Emmental. Y he sustituido el comino por orégano y cayena.
INGREDIENTES
· 50gr. Harina
· 1 Huevo
· 4 cucharadas de Nata líquida para cocinar
· 40 gr. queso rallado, Gouda o el que queramos.
· 1/2 cucharadita de especias, comino, cayena, orégano, albahaca,…
· Sal
· Pimienta
¡EMPEZAMOS!
Precalentamos el horno, vacío, a 200º.
En un bol ponemos todos los ingredientes en el orden en el que están puestos en la lista (Harina, huevo, nata, queso, especias, sal y pimienta).
Cada vez que añadimos uno, mezclamos.
Una vez mezclados todos los ingredientes echamos un poquito en cada hueco del molde.
Lo mejor es rellenar la mitad de cada hueco, pero estos eran tan pequeñitos, que si pongo la mitad se queda en nada. Si el molde es más grande, ya sabéis, ¡Rellenar la mitad!
Colocamos cobre la rejilla del horno y ¡para dentro!
15 minutos en el horno y sacamos. Las estrellitas son tan pequeñas que en 12 minutos estaban hechas.
Desmontamos mientras estén templados, ponemos otra bandeja y lo mismo.
Yo los he volcado sobre un papel de aluminio para que terminasen de enfriarse.
Lo mejor es comerlas recién hechas, o un ratito después.
Opciones:
Si utilizamos moldes de magdalenas deberán estar unos 18 minutos, y no los rellenéis más que el culo del molde, más o menos dos cucharadas pequeñas.
Podemos usar diferentes quesos y especias.
Con la nata que sobra podemos hacer galletas adictivas.
Truco:
Batir la nata con las pestañas abiertas, como en la foto de abajo. Abrimos, echamos las 4 cucharadas, y el resto lo guardamos en un mini-tupper o en un vaso. Al estar el cartón completamente abierto, nos permite ir enrollándolo para aprovechar todo el contenido y que se quede lo menos posible dentro.